www.paquebote.com > lafcadio Hearn
A blind musician plays to the spirits of the dead. A priest is attacked by heads that have left their bodies. An old man meets a woman who has no face. Read these and many more strange, ghostly stories from old Japan ? and be afraid!
Hijo de padre angloirlandés y madre griega, LAFCADIO HEARN (1850-1904) llegó a Japón en 1890, donde, subyugado por el país (casó con una japonesa, fue profesor en la Universidad Imperial de Tokio y llegó a ser súbdito japonés, adoptando el nombre de Yakumo Koizumi), permaneció hasta su muerte, dedicado a la enseñanza y a la literatura. Su sensibilidad y empatía hacia el Imperio del Sol Naciente lo llevaron a ser uno de los primeros divulgadores de su mundo y sus tradiciones en Occidente. Publicada en 1904, poco antes de su fallecimiento, KWAIDAN es una recopilación de CUENTOS FANTÁSTICOS DEL JAPÓN, relacionados en su mayoría con el más allá, la reencarnación o el karma. Su última parte, de-dicada a algunos insectos (mariposas, mosquitos, hormigas) sintetiza con exquisita sensibilidad las supersticiones y creencias japonesas en torno a dichos animales, así como sus atribuciones culturales.
El gran dios del Firmamento tuvo una preciosa hija, Tanabata-Tsumé, que pasaba los días tejiendo vestidos para su augusto padre. Este trabajo le producía gran encanto, y pensaba que, en el universo, el mayor placer que existía era tejer...
Pero una vez, al sentarse delante del telar a la puerta de su celestial morada, vio a un bello joven campesino que, conduciendo a un buey, daba por allí, y se enamoró de él. Y sucedió que el augusto padre de Tanabata adivinó el secreto de su hija y le dio por marido al bello joven campesino.
Los amantes recién casados se posesionaron tanto uno de otro, que descuidaron sus deberes hacia el gran dios del Firmamento. Ya no volvió a oírse el zumbido de la lanzadera, y el buey, abandonado, erraba tristemente por las llanuras del cielo. Esto disgustó al gran dios, que desunió a la pareja. Fueron condenados a vivir lejos uno de otro, con el Río Celestial por medio; sólo les sería permitido reunirse una vez al año: la noche séptima del séptimo mes.
El autor abunda en su propensión por lo ideal, lo esotérico y lo fantasmagórico escribiendo sobre personajes legendarios, mitos o episodios históricos completamente desconocidos para el lector Occidental...